¿Por qué fallar no es del todo malo?

Desde que somos pequeños se nos inculca que el cometer errores o fallar tiene connotaciones negativas, lo relacionamos de manera directa con el fracaso y únicamente tomamos en cuenta lo negativo.

En el ecosistema emprendedor es muy común que en las primeras ocasiones que llevamos a cabo una idea de negocio se cometan errores y como consecuencia de ello se tenga la necesidad de cerrar o dar por terminados los emprendimientos pero, recuerda que en éste proceso no todo es pérdida y que no debes claudicar.

Lo realmente valioso de fallar es la experiencia que se ha adquirido durante el proceso, porque cuando todo te sale bien no se obtiene gran cantidad de conocimientos y cuando se intenta replicar la metodología utilizada en otra idea de negocio y no resulta como se esperaba, entonces es cuando realmente notamos que las cosas no son sencillas y que no siempre se va a lograr el éxito.

 

Si formas parte del sector de emprendedores que no ha tenido éxito al llevar a cabo una idea de negocio eres muy afortunado, puesto que ya adquiriste alguno de los siguientes conocimientos:

 

  • Malas prácticas, es decir ya sabes lo que no debes hacer, por ejemplo, los emprendedores no creen necesario realizar tablas de costos por producto para determinar el porcentaje de ganancia que se obtiene. Por otro lado no separan las finanzas personales de las finanzas del emprendimiento, y es de vital importancia asignarse un salario desde que se comienza, de lo contrario jamás habrá claridad en las finanzas del emprendimiento.

 

  • Validación del producto, ésta parte hace referencia al hecho de que ya has comenzado a recibir retroalimentación directamente de los clientes sobre tu producto, y entonces, puedes notar que quizás tu producto no es algo que el mercado necesita, pero posiblemente detectaste que puedes incursionar en el mercado con otro producto.

 

  • Metodología, es decir ya te has dado cuenta de la necesidad de generar o adoptar una metodología para llevar a cabo tu emprendimiento y que es necesario planearlo para evitar en la medida de lo posible el fracaso.

 

La lista de conocimientos adquiridos es enorme, pero lo que realmente quiero que tomes en cuenta es que todo lo que aprendiste es oro molido y que ahora lo puedes utilizar a tu favor para emprender nuevamente y lograr el éxito.

 

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