Cálcula correctamente tus precios

Logras cerrar un trato que se ve muy jugoso, realizas los trabajos o servicios acordados, recibes el pago, pagas a tus proveedores y asalariados y al final lo que parecía una gran ganancia resulta ser como el algodón de azúcar para el mapache, ¿Qué paso?, ¿Dónde esta la ganancia esperada?.

Este tipo de cosas nos pasan a todos, la mayoría de las ocasiones debido a un mal cálculo de nuestros costos operativos y a que no ponemos atención en el pago de impuestos, hoy vamos a ver cómo calcular los costos operativos para poder dar un precio correcto la próxima vez que nos pidan una cotización.

Primeramente recomiendo tomar en cuenta todos los factores que puedan representar un gasto para poder producir el servicio o producto, estos deben incluir tanto el material tangible como el intangible, es decir, además de la materia prima, debemos tomar en cuenta la energía eléctrica, los salarios, las horas que le dedicas, los transportes, etcétera, la idea principal es poder tener claro cada uno de los gastos que nos implica diseñar el producto, ejemplo:

Nombre del InsumoPrecio UnitarioUnidad de medidaTOTAL
Tiempo de emprendedor100/horahora$1,000
Luz para desarrollo10/horaVatios por hora$50
Insumo 1300Unidades$300
TOTAL$1,350

Como puedes ver, mientras más exacto seas en cuanto a lo que gastas por cada unidad producida, mejor será el cálculo de tu precio.

En caso de tener costos compartidos con otros productos, por ejemplo el costo de la luz, recomiendo dividir el costo del recibo entre el número de unidades que puedes fabricar en el tiempo que representa el recibo.

El costo de producción, esto es solo el primer paso, ahora lo que tenemos que hacer es estimar el valor que tiene mi producto en el mercado realizando en benchmark de la competencia.

Lo óptimo es analizar los precios de la competencia y obtener un estimado de ganancia de mi producto, es decir, si a mi me cuesta producirlo 50 dólares y en el mercado es vendido regularmente en 150 dólares, la ganancia estimada es de 100 dólares por producto, un 300% de ganancia, por lo que puedes asignar ese precio.

Determinar el precio por debajo o igual al de tu competencia, es una buena opción, pero aquí es donde entra en acción el diferenciador y la propuesta de valor.

Una vez que tienes este análisis, lo que deberías hacer es verificar que tu diferenciador y la propuesta de valor realmente sea relevante para tu cliente, si tu cliente considera que la nueva solución vale un precio más elevado estará dispuesto a pagar tu producto o servicio, además siempre será más sencillo bajar precios que subirlos por lo que no temas tener precios más elevados, podría ser que para el cliente ese pequeño diferenciador sea lo que ha estado buscando y este dispuesto a pagarlo.

Al final del día tendrás una suma como la siguiente:

Costos de producción + Ganancia comparada con el mercado + Diferenciador y propuesta de valor = PRECIO ESTIMADO

A esta pequeña ecuación le hace falta un último elemento, los impuestos, y estos simplemente se calculan multiplicando el PRECIO ESTIMADO por la tasa impositiva  de tu país, en México es del 16%.

Ahora tenemos: PRECIO ESTIMADO X 16%= PRECIO FINAL

Es necesario que te acostumbres a cobrar tomando en cuenta los impuestos de tu país, ya que esto te permite no perderlo de vista cuando vendas en grandes volúmenes y que tu cliente te tome en serio al momento de comprar.

No hay forma de perder usando esta formula tan sencilla, te recomiendo encarecidamente pasar mínimo una hora tratando de obtener los costos de producción reales de tu producto, ya que muchas veces solo le dedicamos 5 minutos y al final resulta en un cálculo mal hecho y en pérdidas para la empresa.

 

Déjanos tus comentarios y cuéntanos ¿Cómo obtienes tus precios finales? ¿crees que se nos olvida algo?

 

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